Ponte en los zapatos de tu cliente, trátalo como a ti te gustaría que te trataran

Ponte en los zapatos de tu cliente

Cuántas veces no hemos escuchado el proverbio “ponte en sus zapatos”, lo cual quiere decir, que por un segundo te salgas de tu “yo” y comprendas la situación de la otra persona, en pocas palabras, que te pongas en su lugar, en pensamiento, estado físico, comprensión etc.

¿Es muy difícil verdad?

No es nada fácil y muchas veces suena imposible el simple hecho de imaginarlo, ahora, vamos a trasladar estas palabras en el mundo laboral, en especial para ventas o servicio al cliente. Necesitamos tener conciencia y antes de dar un servicio, necesitamos “ponernos en los zapatos del cliente”.

Todos, absolutamente todos alguna vez nos hemos convertido en clientes, ya sea de un producto o de un servicio, así sea el más pequeño e insignificante, como el hecho de comprar un dulce o un refresco en la tienda de la esquina, o comprar un producto lujoso en una prestigiosa tienda departamental de tu ciudad. Todos alguna vez jugamos el papel de cliente.

Por tal motivo, todas las personas que nos dedicamos a las ventas o atención al cliente deberíamos de tener muy presente las siguientes preguntas:

¿Cómo me gustaría que me trataran cuándo, compro un producto, busco información para adquirir un servicio, tengo dudas o quejas de un producto?

No podemos olvidar ni por un momento el “ponernos en los zapatos de nuestro cliente”.

¿Cómo me gustaría que me saludaran las personas cuando llego a su punto de venta?

¿Con una sonrisa? O con una actitud antipática y con un tono de voz como diciendo, “a ver a que hora te marchas de mi vista”.

¿Que me gustaría que me explicaran del producto que quiero adquirir?

De entrada, me gustaría que la persona que me va a atender, sea una experta en los productos para que me pueda recomendar la mejor solución para satisfacer mi necesidad, si existen varias opciones, que me explicara cada una con ventajas y desventajas que me ayude a reconfirmar que la compra que voy a realizar no será un gasto, si no una buena inversión.

Hablando de inversión, nunca puede dejar una empresa de invertir en la capacitación de sus empleados, entre mejor entrenados y calificados estén, mejor será la calidad del servicio que se brinda al cliente.

Cuando uno se puede poner en los zapatos del cliente, entender las necesidades y carencia de los clientes, escuchando a nuestro “yo interno” que nos grita como le gustaría que lo atendieran, podemos así, convertirnos entonces en el “héroe solucionador” de esa carencia, capaces de escuchar al cliente y darle el producto adecuado para poder satisfacer su necesidad. Como consecuencia de esa excelente atención, tendremos dos resultados:

1.- Un cliente feliz, contento y satisfecho.

2.- Conseguir una de las mejores estrategias de mercadotecnia que existe y que no se puede comprar con dinero, Marketing de recomendación. El cliente te va a ayudar a realizar la mejor publicidad para una empresa, la Publicidad de boca en boca. En ese momento, el cliente se convierte en tu aliado, que se encargará de darte a conocer, como la persona que le ayudo a solucionar su necesidad.

Como vez, no es nada difícil, ni nada del otro mundo poder tener clientes satisfechos y obtener excelentes recomendaciones de tu trabajo.